Homenajeando a Julio Cortázar

Crédito de la imagen: Sara Facio

Un día como hoy, pero en 1914, en el país de Bélgica, nació Julio Cortázar. Fue un escritor argentino con nacionalidad francesa (1981), lugar en el que pasó sus últimos días de vida -precisamente fallece en el año emblemático de Orwell, 1984.

Con un estilo de abordaje narrativo propio, dejó su huella, su impronta personal, en numerosas obras: entre las novelas, Rayuela, El exámen, 62 Modelo para armar, Los premios. Desde la tópica de los cuentos: Bestiario, Final del juego, Octaedro. También el libro Clases de literatura (1980) reúne las clases dictadas por Cortázar acerca de su concepción de la escritura literaria.

DATO. Fue un gran admirador de Borges; una admiración que era mutua.

En lo personal, destaco dos cuentos fantásticos de este escritor: No se culpe a nadie y Las puertas del cielo. El primer acercamiento que tuve fue en el colegio, con el primer cuento que mencioné. Me había fascinado, y aún me fascina. Recuerdo esa clase perfectamente. La profesora, o mejor dicho, el propio cuento, había logrado el efecto deseado: el cansancio de la lectura. Los pocos signos de puntuación, tantas palabras de corrido, eran de una agonía que hacía muy pesada la actividad. Y no por ello quiero decir que era un 'bodrio'. Todo lo contrario, desde ese estilo de escritura se quería generar el sentido del 'agotamiento' tal como se lee en la profundidad del texto. Por otro lado, Las puertas del cielo, tocó el costado más romántico, con una 'moraleja' bien desarrollada. Y ni hablar de una de sus obras maestras: Rayuela -aunque reconozco que todavía no terminé de leerlo.